Cuando se designó lugar histórico al lugar donde ocurrió el milagro
de la virgen de la Inmaculada Concepción, se acabó una polémica de
años, dando por valederos los estudios efectuados en su momento por
el Dr. D. Raúl Alejandro Molina y otros historiadores que ubicaron
el suceso en la localidad de Villa Rosa, Partido del Pilar, como la
primera morada de la Patrona del pueblo argentino.
Para quienes no recuerden o no conozcan en que consistió dicho
prodigio, va esta crónica de hechos que comenzaron el 1630 cuando un
portugués llamado Antonio Farías de Sáa, hacendado del pago de
Sumampa, Santiago del Estero, encarga a un paisano suyo residente en
Brasil, le enviara una imagen pequeña de
la Inmaculada Concepción, para colocarla en una
capilla que estaba construyendo en su propia estancia. En virtud del
encargo el amigo le mando dos, para que pudiera elegir la que mejor
le agradase, una de la Pura y Limpia Concepción y la otra de la
madre de Dios, con el niño Jesús entre los brazos, ambas, por ser de
arcilla cocida, para que no sufrieran daños en el viaje fueron bien
acondicionadas, colocadas en cajoncitos individuales y embarcadas en
el puerto de Pernambuco.
Llegaron a Buenos Aires y aquí subidas a una carreta emprendieron
viaje al Norte. Al llegar a orillas del Río Luján, se detuvieron los
troperos para pasar la noche en la estancia de Don Diego Rosendo de
Trigueros. A la madrugada siguiente, al intentar proseguir la marcha
los bueyes no pueden mover el carro; se quita peso a la carreta,
pero en vano. Después de mucha labor comienzan a descargarla y al
bajar el cajón que contenía la imagen de la Virgen, la carreta
avanzó sin dificultad alguna. Volvieron a subirla y se repitió el
impedimento.
Juzgaron entonces que era inútil seguir fatigándose. La pequeña
imagen de terracota de media vara de alto con sus manos juntas en el
pecho, parada sobre nubes y rodeada de ángeles había decidido
quedarse allí. Llevada por los arrieros a la casa de Rosendo, los
dueños le levantaron un pequeño oratorio y dedicaron a su culto un
negro llamado Manuel; pronto se difundió la noticia del milagro y
comenzaron a llegar al lugar campesinos y viajeros.
En 1671 la estancia de Rosendo se hallaba descuidada por sus dueños,
por esa causa Doña Ana de Matos, viuda de Don Marcos de Sequeira,
temerosa de la indiada y del abandono del lugar decidió comprar al
cura de la Catedral de Buenos Aires Don Juan de Oramas Filiano
(heredero de los Rosendo) y trasladarla a su estancia situada en la
actual ciudad de Luján, bajo promesa de cuidarla con todo esmero.
Tiempo después se levanto un pequeño oratorio contiguo a la casa y
vivienda de Doña Ana de Matos, donde sucedieron una sería de
prodigios. Luego se construyó una capilla y los fieles comenzaron a
conocer a la imagen como la Virgen de Luján, nombre que le dio el
río y lo mismo ocurrió con
la población. Según relatos antiguos el nombre proviene
del capitán Pedro de Luján, a quien mataron los indios en 1536.
El sitio exacto donde en el
año 1630 ocurrió este milagro fue, es y creemos seguirá con el
tiempo, motivo de discusión entre los investigadores. Es que no se
niega la realidad del acontecimiento religioso porque no hay
argumentos para ello, pero se objeta y discute un problema de
límites entre dos importantes partidos de la provincia de Buenos
Aires, Pilar y Exaltación de la Cruz.
Como es de
conocimiento la crónica más antigua data del año 1737 y proviene del
mercedario Fray Pedro Nolasco de Santa María. Del relato que hace este
sacerdote, previo al momento del milagro, se rescata que "llegando al
río de Luján hizo noche en lo de un paisano suyo llamado fulano
Rosendo". Con esta referencia y puestos a dilucidar la ubicación de la
estancia del nombrado Rosendo, unos se inclinaron por la banda derecha y
otros por la izquierda del río, según la interpretación que los
estudiosos le daban a los documentos, o por entender que el tal [Diego]
Rosendo en esa época, junto a sus hermanos, era poseedor de varias
parcelas de tierra sobre ambas márgenes del río Luján, manteniendo la
discusión entre sí y creando confusión en terceros al no tener una
solución que disipara este tan encendido y permanente debate.
Quienes más
profundizaron en el tema en los últimos años y aportaron diferentes
conclusiones fueron el Profesor Miguel Hangel González y Monseñor
Juan Antonio
Presas. Este último contó con un equipo de trabajo y asesoramiento de
varios investigadores, quienes colaboraron en la búsqueda de información
en distintos archivos locales y del exterior del país, plasmando sus
resultados en varios volúmenes bibliográficos y en reseñas de crónicas
Marianas.
Y como de vez en
cuando el asunto por interés del protagonista se hace público y
trasciende por medio de la prensa, se originan nuevos altercados. Viene
al caso un artículo aparecido en
el diario La Nación el 8 de marzo de 1994, que lleva la
firma del Presidente de la Comisión de Monumentos y Lugares Históricos
Jorge Carlos Mitre, donde hace mención a los fundamentos
del proyecto para declarar pueblo histórico a Capilla del Señor, siendo
uno de ellos el milagro de la Virgen de Luján que sucedió precisamente a
orillas de la cañada de lo que hoy es Capilla del Señor; sin temor a
equivocarnos creemos que debería haberse dicho a orillas del río Luján,
hoy jurisdicción del partido de Campana.
Lógicamente que a los
pocos días el artículo mereció la contestación y desaprobación de
Monseñor Presas, pues se pasó por alto algo primordial, quizás por
desconocimiento por parte del Sr. Mitre y sobre lo cual hablaremos
inmediatamente.
El proyecto del Sr.
Mitre se convirtió en el Decreto Nº 1648 firmado el 21 de septiembre de
1994 por el Presidente Carlos Saúl Menem y por él se declaró bien de
interés histórico nacional al pueblo de Capilla del Señor. En uno de los
considerandos de la resolución se dice: "Que fue en los pagos de CAÑADA
DE LA CRUZ, donde según la tradición, se produjo la detención de la
carreta que transportaba dos imágenes de
la VIRGEN MARIA
con destino a SUMANPA, prodigio por el cual una de ellas quedó en el
lugar y hoy es venerada en el Santuario de LUJAN. Uno de los cuarteles
del escudo de Exaltación de la Cruz ostenta la carreta y la Virgen."
Aquí se repite, pero
esta vez oficializado en un decreto, el desliz del Sr. Mitre, si se
tiene en cuenta que
la misma Comisión
que él había presidido por un breve lapso, el 3 de junio de 1986, por
resolución Nº 728 de la Secretaria de Cultura del Ministerio de
Educación y Justicia, ya había declarado
lugar histórico el paraje donde se inició la veneración de la santa
imagen de Nuestra Señora de Luján (y
el sitio donde estuvo su primer Santuario) y el lugar del milagro no era
precisamente el que él afirmaba. Vayamos al texto del considerando:
"Que desde hace
varios siglos los rioplatenses veneran la imagen de Nuestra Señora de
Luján, que se localizara en proximidades del Río Luján, Provincia de
Buenos Aires, donde se inició una especial devoción que profesaron
nuestros próceres y el
pueblo en general, tanto que ha sido reconocida como la
Patrona de la Argentina, Uruguay y Paraguay."
"Que se ha comprobado
que el lugar donde se inició la veneración de
la Santa Imagen de Nuestra Señora de Luján, es decir la
estancia de Rosendo, se encuentra en la zona situada a 4 Km al
noroeste de la estación ferroviaria de Villa Rosa, Partido de Pilar,
Provincia de Buenos Aires, en el linde sudeste de las parcelas
254-251-253 del plano catastral de mensuras del Partido de Pilar (Archivo
Público de la Dirección de Geodesia de la Plata, Provincia de Buenos
Aires) a 3 Km
al este del Río Luján al término del camino asfaltado que sale de
estación Villa Rosa hacia el noroeste".
"Que se ha logrado ubicar en forma precisa el lugar donde el
Licenciado Pedro Montalbo, primer Capellán de la Virgen de Luján, en
tierras donadas por Da. Ana de Matos a
la Santa Imagen, construyó el 1684
la primitiva Capilla Santuario de Nuestra Señora de
Luján, 50 m.
al este de la
actual Basílica, en
la calle San Martín
de la ciudad de Luján, Provincia de Buenos Aires, cuyas referencias
catastrales son: circunscripción 1º, sección A, manzana 53, parcela
2, Nº de partida 5504, superficie 539,
61 m2. Que
la Comisión Nacional
de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos propicia dicha
declaratoria para poner de relieve estos hechos singulares de la
historia argentina conforme a las facultades que
la Ley Nº 12.665 le confiere."
A lo lejos y en el interior de un campo contiguo se divisa una pequeña
edificación de los Padres de Fátima, religiosos de
la Asociación Nuestra Señora del Rosario, en este predio y
a escasos metros del río Luján han levantado una réplica
de la ermita donde
fuera venerada por muchos años la imagen de
la Inmaculada Concepción
al cuidado del negro Manuel. El oratorio, construido de adobe y techo de
paja, con su aljibe a la par, conserva en su interior una pequeña
representación de Nuestra Señora de Luján en su contextura original. El
resto, por lo imponente, lo brinda el paisaje, un lugar ideal para
visitarlo y conocerlo.